También se siente importante cuando un ‘mini-feedback’ es un tema candente de discusión durante un tiempo entre sus amigos.
Un adicto se siente halagado hasta con el más mínimo atisbo de contacto o visita a su perfil: su ego agrandado generalmente lo toma como una señal de que la persona desea flirtear con él o ella.
Se siente orgulloso /a de sus ‘amigos’ de FaceBook a los que nunca ha conocido (ni conocerá...) personalmente.
Tan pronto como conoce a una persona en la vida real, el adicto a FaceBook apenas puede esperar llegar a su casa para buscarla en FaceBook y leer su perfil. (si existe...)
Ahora que todo el mundo puede unirse a FaceBook, el adicto a primer nivel se siente estafado porque siente que su tan amada comunidad online está perdiendo exclusividad. Se siente orgulloso /a de sus ‘amigos’ de FaceBook a los que nunca ha conocido (ni conocerá...) personalmente.
Tan pronto como conoce a una persona en la vida real, el adicto a FaceBook apenas puede esperar llegar a su casa para buscarla en FaceBook y leer su perfil. (si existe...)
En el afán por tener cada vez más ‘amigos’, el adicto compulsivo suele presionar a sus conocidos de la vida real para que acaben por unirse a FaceBook para que puedan hacerlo también sus "amigos" en el mundo virtual.
Su fotografía del perfil ha llegado a formar parte del esquema corporal del adicto a FaceBook. Cree que realmente se ve como esa imagen, la mejor, en todo momento.
El adicto a FaceBook por Excelencia crea grupos, a veces hasta con nombres medio estúpidos del tipo ‘tiendas de golf’, ‘guía fuerteventura de negocios’ o ‘la bulimia y los dientes’. Luego emprende su cruzada evangelizadora para hacer unir al grupo a cuanto ser vivo halle a su paso, ya sea que se lo cruce en la comunidad FaceBook o no.
Una de las máximas realizaciones en la vida personal y social de un adicto a FaceBook es que alguien le desee "feliz cumpleaños" en su pared. Si logra tal cosa, siente que ya ha vivido lo suficiente.
Un poco en broma, otro poco en serio, he desarrollado diez de los síntomas más clásicos y notorios de la adicción a FaceBook. Aunque quizá no te creas un adicto, ¿has meditado sobre cada uno de los puntos? ¿Cuántos coinciden con las conductas que tienes? Piensa, ¿Soy Adicto a Facebook?, entonces lee nuevamente este decálogo y recuerda que FaceBook es hermosa, pero además hay una vida aún más valiosa fuera de ella.
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