Se suele enfatizar que los adolescentes
"no saben lo que quieren". Que es un tiempo de confusión, de definiciones. Se martilla tanto sobre los adolescentes con este concepto que los mismos no hacen otra cosa que sentir rechazo por esta idea. Por la sencilla razón de que se los "estupidiza". Y ser estúpido, dentro de la escala de valores de un adolescente, no es algo que precisamente lo alague y mucho menos aporte claridad sobre el "supuesto extravío" que padecen en la vida.
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